Lo primero que hace Jesús es introducir el vidrio en el fuego, para que se vaya calentando y posteriormente pueda ir trabajándolo a su manera.

Una vez el vidrio esta atemperado, lo retira del fuego cogiéndolo con una varilla larga, en la que empieza a girarlo sobre sí mismo para que enfrié hasta la temperatura adecuada para moldearla.

Una vez adquirida esa temperatura, Jesús sopla por el extremo de la varilla,
lo que hace que el vidrio este preparado para darle forma.

Ayudándose de pinzas, tenazas y otra herramientas, Jesús va dando forma a su pieza, hasta que esta se enfría al 100%.